Las culturas que florecieron en Mesoamérica desarrollaron una rica mitología en donde deidades, humanos y seres fantásticos convivieron para formar su propia cosmovisión.
Se decía que durante la noche, se aparecía en las profundidades de los bosques Yohualtepuztli, una figura espectral que deambulaba produciendo un sonido similar a los hachazos. Este espectro era un cuerpo decapitado con una hendidura en el pecho, en e cual se podía observar los latidos de su corazón, reproduciendo sonidos de los hachazos. Este personaje era utilizado por Tezcatlipoca para realizar bromas y poner en juicio la valentía de las personas. Si un individuo se encontraba con Yohualtepuztli y huía, Tezcatlipoca lo tomaría como un vil cobarde, por lo que lo atormentaría y se burlaría de él por un largo tiempo, o hasta que se aburriera. Por el contrario, si luchaba y vencía a Yohualtepuztli, Tezcatlipoca le ofrecía fortuna, fama y gloria. Si le arrancaba el corazón al espectro por medio de la hendidura que tenía en el pecho y lograba escapar, Tezcatlipoca juzgaba la rectitud de las personas. Si eran de buen corazón, honestas y valientes, las recompensaban. Por otro lado, si eran malos, mentirosos y cobardes, las castigaba.
En la mitología de varios pueblos mesoamericanos, las Cihuateteo, eran las mujeres muertas en el primer parto. Por este motivo, eran consideradas como guerreros caídos ya que el parto era considerado igual que la guerra. Gracias a esto las Cihuateteo ganaban el derecho de ir al Cihuatlampa, donde acompañaban al Sol del mediodía al atardecer. Las Cihuateteo tenían el poder de descender en ciertos días a la tierra y mandar enfermedades y deformidades a los seres humanos. Las victimas preferidas de las Cihuateteo eran los niños o los jóvenes, quizás por la frustración de no haber podido ser madre. Tomaban posesión del cuerpo de su victima y lo maltrataban con deformidades de la cara y parálisis de las extremidades acompañadas de temblores. Los médicos no podían luchar contra las enfermedades de las Cihuateteo y dejaban el enfermo a su destino fatal. Por esto, los padres en esos días cuidaban de que no salieran sus hijos de noche para que no encontrarse con las Cihuateteo
El ahuizotl es un monstruo acuático que se encuentra en la mitología mexica. Según las fuentes históricas, como las que recoge Fray Bernardino de Sahagún, menciona que su apariencia es similar al de un pequeño perro negro, con una gran cola, cuyo extremo se encontraba una mano humana. Este animal habitaba las profundidades de los lagos y manantiales. Según la leyenda, el ahuizotl atrapaba con su cola a todo aquel que se acercara a los lugares donde habitaba y lo ahogaba. Atraía a sus víctimas imitando el llanto de un bebé. Este ataque lo realizaba por órdenes de las divinidades de la lluvia, ya que se suponía que estos dioses habían elegido a la víctima para algún fin y su alma sería transportada su paraíso.
En la mitología mixteca, el Yahui es un ser cuadrúpedo con cuerpo serpentino. En sus cuatro extremidades está dotado de garras. Su cabeza es de serpiente o de lagarto, y generalmente se representó con las fauces abiertas, mostrando los colmillos. La cola del animal está compuesta por un cuchillo de pedernal enmarcado por dos volutas. Este ser está relacionado al nombre personal de diversos gobernantes, así como una especie de titulo sacerdotal ligado la nagualismo (capacidad de cambiar de forma física a cualquier otra forma animal). También es considerado como la representación de un cometa o una estrella fuga, encontrando similitudes con su contraparte mexica, la Xiuhcoatl (https://elahijadodetezcatlipoca.blogspot.com/2013/04/armas-miticas-y-legendarias.html.
En la cosmogonía maya, los aluxes son espíritus fantásticos que protegen los cultivos y las milpas de ladrones y tempestades. A pesar de ser invisibles, son descritos como seres pequeños, no más altos que un niño de 5 años y tradicionalmente vestidos a la usanza maya. Pueden asumir forma física con el propósito de comunicarse o espantar a los humanos para proteger los cultivos, así como para congregarse entre ellos. Están asociados generalmente con lugares de la naturaleza tales como las selvas, grutas, cuevas, etc. Generalmente los aluxes realizan diversas maldades y broma a los humanos, sin embargo, no se olvidan de su misión principal, proteger los cultivos, aunque para esto es necesario realizar ofrendas a su honor.
Para los mayas quiché Vucub Caquix era una enorme ave vanidosa que se autoproclamó como el sol y la luna, ademas de ser el señor de todo; y que fue derrotado por los gemelos Hunahpú y Xbalanqué, según se narra en el Libro segundo del Popol Vuh. Vucub Caquix junto a sus hijos Zipacná y Cabrakán, se proclamaban falsamente como dioses por lo que los dioses gemelos Hunahpú e Ixbalanqué, decidieron matarlos. Mientras Vucub Caquix comía, Hunahpú lo hirió gravemente en la mandíbula con su cerbatana, sin embargo, la majestuosa ave logró escapar, no sin antes arrancarle el brazo a su cazador. Los dioses gemelos le pidieron ayuda a una pareja de ancianos, Zaqui Nim Ak y Zaqui Nimá Tzÿz para que engañaran Vucub Caquix y así terminar el trabajo. Los ancianos se dirigieron a la morada del gran ave para ofrecerle curar la herida en su mandíbula, ya que su dolor era insoportable. El ave cayó en el engaño y Zaqui Nim Ak aprovechó para quitarle los dientes y las niñas de sus ojos a Vucub Caquix; mientras tanto, Ixbalanqué recuperó al brazo perdido de su hermano y junto a él escapó del palacio. Vucub Caquix volvió a ser feo, sin dientes ni niñas de los ojos, por lo tanto murió. Posteriomente Hunahpú e Ixbalanqué mataron también a Zipacná y Cabrakán, hijos de Vucub Caquix.
FUENTES
Bernardino de Sahagún, Fray, Historia General de las cosas de la Nueva España, 3ra edición, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2002
Robelo, Celio A., Supersticiones de los indios mexicanos, 1ra edición, Cuernavaca, México, Tipografía Cuauhnahuac, 1907
Hermann Lejarazu, Manuel A. “La serpiente de fuego o yahui en la Mixteca prehispánica: iconografía y significado” en Anales del Museo de América, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social,, n. 17, 2009, pp. 64-77
Villanueva Villanueva, Nancy Beatriz. “La concepción de los aluxes, según niños de ascendencia maya yucateca” en Temas Antropológicos, Revista Científica de Investigaciones Regionales, Universidad Autónoma de Yucatán, vol 36, n 2, 2014, pp. 97-125
Popol Vuh, 1ra edición, México, Penguin Random House/UNAM, 2018
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