A mediados del siglo XVIII, las trece colonias, posesiones inglesas en Norteamérica, habían alcanzado un importante desarrollo. Sin embargo, la corona inglesa, para proteger su economía, había prohibido el libre comercio y el desarrollo de la industria, obligando el comercio solamente con Inglaterra.Para recuperarse de los gastos de la guerra contra Francia, Inglaterra fijó varios impuestos a las colonas americanas e hizo obligatorio La ley del timbre, que consistía en que todos los documentos mercantiles llevaran un timbre postal.
Por este motivo, las colonias se rebelaron en contra de los impuestos. A pesar de se abolió la Ley del timbre, se aplicaron más impuestos sobre el vidrio, el papel y el té. El 16 de diciembre de 1773, los colonos de Boston asaltaron tres barcos ingleses cargados de té y arrojaron el cargamento al mar. En represalia, el gobierno inglés cerró el puerto de Boston.
Para defender sus derechos, los colonos se reunieron el 15 de septiembre de 1774 en el Congreso de Filadelfia. En este congreso se declaró que los colonos debían ser iguales a los ingleses ante la ley, ideales inspirados en los escritos de los pensadores franceses sobre derechos humanos. Cerca de Boston se libraron varios enfrentamientos entre las tropas inglesas y los colonos; los colonos organizaron un ejército a mando de George Washington.
Se libraron importantes batallas, y aunque las primeras acciones no fueron favorables para los colonos, en 1977 las fuerzas inglesas fueron derrotadas en Saratoga. Inglaterra reconoció la independencia de los Estados Unidos al firmarse la Paz de Versalles, el 13 de septiembre de 1783.
Cuando en América se supo de la invasión de España por el ejército de Napoleón, y que Carlos IV había sido obligado a renunciar a trono español, muchos criollos y mestizos pensaron que las colonias podían nombrar juntas que gobernaran en nombre del rey. Este fue el principio en la cual, después se harían independientes los países hispanoamericanos.
En la Nueva España, los regidores de la Ciudad de México, Juan Francisco Azcárate, Melchor de Talamantes y Francisco Primo de Verdad propusieron que el virrey de Iturrigaray gobernara en el nombre del pueblo de la Nueva España, mientras hubiera un monarca extranjero en el trono español. Los españoles aprehendieron al virrey, enviándolo a España; al mismo tiempo encarcelaron a los regidores.
A partir de este momento existieron varias conspiraciones que buscaban la independencia. Uno de ellos fue encabezado por el cura Miguel Hidalgo, quien al verse descubierto, tuvo que adelantar su movimiento armado. El 16 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo dio el grito de Dolores, donde llamaba al levantamiento armado y formó el primer ejército insurgente con la ayuda de los generales Allende, Abasolo y Aldama. Después de algunos combates se apoderaron de Guanajuato y Valladolid (hoy Morelia). Rumbo a la Ciudad de México, los insurgente derrotaron a las tropas realistas en el Monte de las Cruces. Sin embargo, Hidalgo en vez de seguir hacia la capital, prefirió replegarse. Durante su camino hacia Querétaro, Hidalgo y su ejército fueron derrotados por las tropas del general Calleja.
Cuando Hidalgo se dirigía hacia el norte, fue traicionado por el teniente coronel Elizondo, quien lo tomó como prisionero, junto con Allende Abasolo y Jiménez. El 30 de julio de 1811 Hidalgo fue fusilado. Sin embargo otros seguirían con la lucha independentista, entre ellos: José María Morelos, Ignacio López Rayón, Mariano Matamoros, Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria entre otros más. La independencia de México se consumó el 27 de septiembre de 1821, cuando Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero unieron fuerzas con el Plan de Iguala, entrando sus ejércitos triunfalmente en la Ciudad de México.
El precursor de los movimientos independentistas de las colonias españolas en Sudamérica fue el general Francisco de Miranda; después de él surgieron otros caudillos, entre ellos: Simón Bolívar, José de San Martín, Antonio José de Sucre, Bernardo O'Higgins, entre otros.
El 2 de agosto de 1813, Bolívar entr triunfante en Caracas; sin embargo, como desembarcaron nuevas tropas españolas, la lucha se recrudeció y Bolívar tuvo que refugiarse en Jamaica. Ayudado por Alejandro Pétion, presidente de Haití, hizo dos desembarcos en Venezuela. En el segundo en 1817, se le unieron Sucre y Antonio Páez. A partir de este momento, Bolívar fue obteniendo importantes victorias y logró reunir el 15 de febrero de 1821, el Congreso de la Angostura para promover la Unión de Nueva Granada (hoy Colombia) y Venezuela.
El 7 de agosto de 1819, Bolívar derrotó al ejército realista en la Batalla de Boyacá y liberó del dominio español a Colombia. Bolívar venció de nievo a los españoles en la batalla de Carabobo el 24 de julio de 1821, y Venezuela se independizó de España definitivamente.Un año después, Antonio José de Sucre marchó hacia Ecuador y derroto a los españoles en la batalla de Pichincha. Se formó entonces la Gran Colombia, con la unión de Colombia, Venezuela y Ecuador.
El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán declaró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. José de San Martín venció a los realistas en la batalla de Chacabuco el 12 de febrero de 1817 y el 5 de abril de 1818 en la batalla de Maipú, asegurando la total independencia de Chile. Lograda la independencia de Argentina y Chile, San Martín se dirigió hacia Perú y el 28 de julio de 1821 proclamó la independencia en ese país. En Guayaquil, Ecuador, se entrevistó con Simón Bolívar, dejándole el mando militar al caudillo venezolano. San Martín se retiró a Argentina y después marchó hacia Francia, donde moriría el 17 de agosto de 1850.
Al consumarse la independencia de México en 1821, la Capitanía General de Guatemala (formada por las intendencias de Chiapas, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) Proclamó también su separación de España. En 1822 La Capitanía General de Guatemala declaró que era partidaria de unirse a México. Por ese motivo Agustín de Iturbide envió al general Vicente Filisola con la misión de asegurar la independencia de la región. Al abdicar Iturbide como emperador de México, el general Filisola
convocó a un congreso centroamericano para que se decidiera si los países integrantes se incorporaban o no a México. En 1823 se resolvió que no se incorporarían a México, salvo Chiapas, y así nació la República que se llamaría Provincias Unidas de Centroamérica.
El Alto Perú pidió a Sucre ser independiente; Este nuevo estado se llamó Bolivia, en honor de Simón Bolívar. En 1811, José Gervasio Artigas proclamó la independencia de Uruguay. Paraguay, en 1813, se declaró independiente con el nombre de República de Uruguay.
En 1789, los esclavos negros de Haití se rebelaron contra el dominio francés. En la lucha independentista, se estacó, entre otros caudillos, Alejandro Pétion, quien expulsó a los franceses, proclamando la independencia. Pétion fue elegido presidente en 1807, quien gobernó hasta su muerte, ocurrida en 1818.
Cuando Napoleón invadió en 1809 a España, la familia real de Portugal tuvo que trasladarse a Brasil. En este país reinaron hasta que Portugal se vio libre de los franceses Al regresar el rey a Portugal, su hijo, el príncipe Pedro, quedó encargado del gobierno brasileño. El 7 de septiembre de 1822, el príncipe proclamó la independencia de Brasil en la declaración llamada Grito de Ipiranga, y tres meses después se coronó emperador con el nombre de Pedro I.