domingo, 31 de enero de 2021

El mito de la creación del mundo en diversas culturas


A lo largo de la Historia, las diversas culturas del mundo han intentado comprender el origen de su entorno, creando diversos mitos cosmogónicos que tratan de explicar la procedencia de sus mundos.

Cipactli

Según el mito mexica, en un principio en el mundo sólo existía un enorme mar pantanoso, en el cual vivía una especie lagarto hembra gigante, conocido como Cipactli. Este animal tenía en todas sus articulaciones ojos y bocas, con las que mordía como bestia salvaje. Quetzalcoatl y Tezcatlipoca acordaron crear juntos un mundo donde pudieran vivir los humanos, quienes bajaron del cielo para encontrarse con Cipactli. Tezcatlipoca usó como señuelo su pie derecho, para hacer salir al gran lagarto. Una vez que salió y mordió su pie, Tezcatlipoca y Quetzalcoatl  se convirtieron en enormes serpientes. Uno lo tomó de la mano derecha y pie izquierdo, y el otro de la mano izquierda y pie derecho, la apretaron tanto que la hicieron partirse por la mitad. Con la parte de abajo se creó el cielo, y con la parte de arriba se creo la tierra, que fue conocida con el nombre de Tlaltipac. Para compensar a la bestia por los daños que le hicieron, los dioses  la consolaron y ordenaron que todos los frutos necesarios para el hombre nacieran de ella.  De sus cabellos hicieron los árboles; de su piel, la hierba y las flores; de la boca ríos, lagos  y grandes cavernas; y de la nariz, valles y montañas. De esta forma, nació Tlaltecuhtli, la diosa de la tierra. 

Midgard

De acuerdo a la mitología nórdica en un principio sólo existían el mundo del frío (Nilfheim) y del calor (Muspell). En medio de estos mundos se encontraba un vacío, el Ginnungagup. Al encontrarse el fuego y el hielo en Ginnungagup surge la vida, donde nacieron el ogro Ymer y después la vaca gigante Audumbla. Ymer vivió  bebiendo de la leche de Audumbla, y de su sudor nació una pareja de gigantes, y de sus pies un hijo, siendo el origen de los "gigantes de escarcha". La vaca Audumbla vivió lamiendo la escarcha en las rocas salobres, de donde surgió poco a poco el primer hombre, Bure, y de él descienden los dioses llamados asas. El hijo de Bure, de nombre Bor, se casó con la hija de un gigante de escarcha, Bestla, teniendo tres hijos: Odin, Vile y Ve. Odin y sus hermanos mataron al ogro Ymer, y de su cuerpo crearon la tierra, de su sangre el mar, de su cráneo el cielo, de sus huesos las montañas, de su pelo los bosques, de su cerebro las nubes y de sus cejas un muro alrededor del inhabitable exterior. En este nuevo mundo crearon el mundo de los hombres, llamado Midgård. Luego, y para que los hombres no se sintieran solos, crearon en el centro de Midgård el mundo de los asas, Asgård, en cuyo centro crecía un gran fresno llamado Yggdrasil. Yggdrasil fue el árbol de la vida, y si muriera, significaría la destrucción total del mundo.

Pangu

En la mitología china, en un principio sólo existía caos y tinieblas en el universo. Estas tinieblas empezaron a fusionarse adoptaron la forma de un huevo cósmico. De este huevo nació Pangu, la primera criatura viviente. Pangu durmió y se crió dentro del huevo y después de muchos años, cuando ya se había convertido en un gigante, despertó y rompió el huevo. Las partes livianas y puras del cascarón formaron el cielo, mientras que las partes pesadas e impuras formaron la tierra. Pangu temió que el cielo y la tierra se unieran de nuevo, así que se colocó en medio de ellos, sosteniendo con su cabeza el cielo y con sus pies la tierra. Pangu fue creciendo cada día durante miles de años, separando cada vez más el cielo y la tierra. Una vez que tanto el cielo como la tierra quedaron fijados firmemente, Pangu cayó en un sueño del cual ya no despertaría. Tras su muerte, su cuerpo se transformó en las montañas, su sangre en los ríos, sus músculos en las tierras fértiles, el vello de su cara en las estrellas y la Vía Láctea. Su pelo dio origen a los bosques, sus huesos a los minerales de valor, la médula en jade y perlas. Su sudor cayó en forma de lluvia y las pequeñas criaturas que poblaban su cuerpo, llevadas por el viento, se convirtieron en los seres humanos.

Purusha

En los antiguos textos del Rig Veda de la India, mencionan la figura de Purusha, la persona cósmica. Purusha es descrito como un gigante con mil cabezas y mil pies, que fue sacrificado y desmembrado por los devas (dioses). De su boca nació la casta sacerdotal y de sus brazos los príncipes y guerreros. De sus piernas nacieron los artesanos y de los pies los siervos. De su mente nación la luna y de su ojo brotó el sol. Los dioses Indra y Agni surgieron de su boca y los vientos de su respiración. De su ombligo se formó la atmosfera y de su cabeza emergió el cielo. De sus pies apareció la tierra y de sus orejas las cuatro regiones.

El nacimiento de Japón

La mitología japonesa menciona que a Izanagi e Izanami recibieron la misión de crear la primera tierra. Para lograr esto, se colocaron de pie en el Puente Flotante celestial para sumergir en el océano la Lanza de Piedras Preciosas y removerlo con ella. Batieron fuertemente las aguas saladas del océano y cuando levantaron la lanza de nuevo, la salmuera que goteó de su punta se amontonó y se creo una isla. Izanagi e Izanami bajaron del cielo, se casaron en esa isla y erigieron en ella un pilar y construyeron un espacioso palacio. Izanagi le preguntó a su esposa si quería engendrar la tierra y cuando ella aceptó le propuso dar vueltas sobre el Pilar Celeste y cuando se encontraran, se unieran. Tras algunos fracasos comenzaron a tener hijos, que son las islas que conforman el archipiélago de Japón.



FUENTES

Documentos para la historia de México III, Imprenta de Francisco Díaz de León, México, 1891

Robelo, Cecilio, Diccionario de mitología nahoa, Museo Nacional, México, 1905

Gaiman, Neil, Mitos nórdicos, Museo Nacional, Planeta, Barcelona, 2017

López Saco, Julio. "Metamorfosis y sacrificio. Hermenéutica simbólica del mito de Pan Gu en China". Nuevas perspectivas de investigación sobre Asia Pacífico, Universidad de Granada, 2008. 

Krishnamacharya, Ekkirala, Lecciones sobre el Purusha Suktam, 1a edición, DHANISHTHA, Barcelona, 2011

Yukio Kaibara, Historia del Japón, 1era edición, Fondo de Cultura Económica, México, 2000

Whittaker, Clio, Mitología Oriental. Dioses y Leyendas, 1a edición, Optima, Barcelona, 1997