Cuando el hombre empezó a estratificar su sociedad, empezaron a crear sistemas y modelos de gobierno para poder administrarla y en cierta forma dominarla. Monarquías, teocracias, repúblicas, entre otros modelos políticos se han creado a lo largo de la historia adecuándose a las necesidades y circunstancias de cada pueblo. En muchos casos, los sumos soberanos de estos sistemas políticos han sido clave para el desarrollo y estabilidad de sus pueblos y de la clase reinante.
El Huey Tlahtoani era el máximo gobernante del pueblo mexica. También era el jefe militar de más alto rango, sacerdote y juez supremo. Como principal jefe militar, el Huey Tlahtoani tenia que ser un excelente guerrero. Además él tenía que organizar y dirigir al ejército en tiempos de guerra. Como juez supremo, tenía la responsabilidad de escoger a los jueces, seleccionando a los nobles más honrados y sabios. Una tarea importante era presidir las fiestas religiosas, que por lo general eran grandes cánticos y bailes, donde el Huey Tlahtoani disponía de lo necesario para llevarlo a cabo. En cierta forma este gobernante era considerado como un intermediario entre el mundo divino con el mundo terrenal. Cuando moría un Huey Tlahtoani, un consejo de sabios ancianos escogía dentro de la línea dinástica al noble más destacado como sucesor en el poder. Este noble debía destacar en el arte de la guerra, ser sabio y prudente, y tener una excelente educación
En la misma zona mesoamericana, pero en la región purépecha, el Cazonci era la máxima autoridad jurídica, económica y religiosa. Como representante del dios Curicaueri, una de sus principales funciones era organizar al pueblo en tiempos de guerra. Al igual que el Huey Tlahtoani, el Cazonci presidía las fiestas religiosas. Como juez, el mismo juzgaba todo tipo de casos, desde los más graves (adulterio, asesinato, hechicería), como los más insignificantes, sin importar la categoría social de los involucrados. Para administrar su territorio el Cazonci escogía a al cacique de cada pueblo, escogidos dentro de la familia reinante. También tenía la facultad de destituirlos, si así le parecía conveniente. Antes de morir, el Cazonci escogía a uno de sus hijos como su sucesor en el poder, el cual gobernaba junto a su padre, hasta que este moría.
En Europa, durante la Edad Media, se desarrollaron monarquías de tipo feudal, que se caracterizaron por la imposición de monarquía hereditarias en fuertes dinastías. Según la tradición, los reyes de estas monarquías eran señalados por Dios para gobernar sobre los demás hombres. El poder de un rey feudal dependía de su capacidad económica y política que le permitiera mantener la fidelidad de sus vasallos. No existía una relación directa del rey con sus vasallos, sino que la nobleza fungía como un intermediario entre ambas clases.
En los pueblos eslavos, y principalmente en el Imperio ruso, sus monarcas eran conocidos con el título de Zar. Los zares se proclamaban así mismos como autócratas, es decir, tenían el poder absoluto y sin límites sobre todo lo político y económico. También se denominaban como protectores de la ortodoxia de la iglesia rusa, convirtiéndose así en emperadores con poder absoluto en Rusia.
En algunos países islámicos, el Sultán era el principal gobernante, siendo un equivalente al rey o monarca. Con este título fueron llamados en un principio a los jefes militares que ejercían el poder de facto en territorios nominalmente por el califa. Dentro del mundo musulmán, existieron muchas dinastías que gobernaron diferentes territorios, destacando las dinastías selyúcidas, ayyubíes y mamelucos. En la actualidad el título de Sultán lo llevan los monarcas de Omán y Brunei.
En japón, el emperador se le conoce con el nombre de Tenno. Actualmente es un símbolo reconocido constitucionalmente en Japón y de la unidad de su pueblo. Sin embargo en tiempos antiguos, su papel oscilaba entre un clérigo con grandes poderes y gobernante imperial. Según la tradición, la familia real desciende de la diosa Amateratsu, por medio de su nieto Ninigi y su esposa Konohana Sakuyahime, surgiendo así la dinastía actual reinante. Cualquier tema sobre violencia han sido considerados incompatibles con la figura del Tenno, por lo que no han cumplido la función de comandante militar, al contrario de otras regiones del mundo. La principal función del Tenno durante la mayor parte de los últimos mil años ha sido la de legitimar a aquellos que están en el poder. Durante un tiempo la figura del emperador fue relegado por el Shogún.
En la historia de Japón, Shogún era un rango militar otorgado directamente por el Tenno. Desde el Siglo XII, hasta 1868 el Shogún se convirtió en el gobernante de facto de Japón. Durante ese tiempo, el emperador japonés se vio obligado a delegar cualquier autoridad civil, diplomática y judicial al Shogún, convirtiéndose en una figura con poder simbólico.
En China, a partir de la dinastía Qin, al Emperador se le otorgó el título de "Hijo del cielo" y como representante y heredero de éste en la tierra, tenía el poder absoluto sobre todos los temas. La palabra del Emperador, así como sus órdenes eran considerados decretos divinos, por que eran obedecidos de manera inmediata y absoluta. El título de Emperador de transmitía de padres a hijo, sin embargo varias veces surgieron conflictos entre los príncipes herederos en disputa por el poder. A diferencia de Japón, en China se permitía cambiar de dinastía y el Emperador podía ser suplantado por el líder rebelde. El último gobierno del Emperador chino terminó con la caída de la dinastía Qing en 1911.
A los gobernantes del antiguo Egipto de les conoce como Faraones, término hebreo adoptado posteriormente por los griegos. Los Faraones eran considerados casi divinos, en un principio identificados con el dios Horus y posteriormente también como hijos del dios Ra. Normalmente no eran deificados en vida, sino hasta que el Faraón moría. Tras su muerte, se fusionaban con el dios Osiris, adquiriendo la inmutabilidad y convirtiéndose en divinidades, siendo venerados como un dios más.
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