A partir del año 2,500 a.C. empezaron a aparecer las primeras aldeas agrícolas sedentarias en Mesoamérica, comenzando así el primer horizonte mesoamericano, el preclásico. Los hogares de este periodo consistían en varios cuartos agrupados en torno a un patio. El patio era el área de trabajo y los cuartos fungían como dormitorios y almacenes.
También empezaron a surgir algunas aldeas que llegaron a alcanzar los mil habitantes. Entre estas villas se encuentra San José Mogote, que se fundó en el valle de Oaxaca. Hay evidencia de un intercambio comercial con otras regiones al encontrarse en excavaciones arqueológicas piezas de cerámica, conchas de tortugas, dientes de tiburón, entre otra cosas procedentes del Golfo de México.
Desde el 1,200 a.C., surge en Mesoamérica un gran desarrollo tecnológico y cultural. La mejoría de las técnicas agrícolas permitió un incremento en la producción, mientras se desarrollaba la especialización laboral y la estratificación de la sociedad. Entre los años 1,200 y 400 a.C., se desarrolló en el Golfo de México la cultura olmeca que se caracterizó por el uso de la mampostería, el uso de la jadeíta y otras piedras verdes, y la representación del jaguar y de rasgos felinos asociados a la figura humana.
San Lorenzo, uno de los sitios olmecas más importantes, se construyó alrededor del 1,200 a.C., en lo que hoy es el Estado de Veracruz. Resaltan en este lugar sus estelas, tronos, cabezas colosales y otras esculturas colosales. Durante trescientos años San Lorenzo fue el centro político dominante de la región, hasta que, en el año 900 a.C., fue abandonado de manera abrupta. La Venta, que floreció entre los años 900 y 500 a.C., en el actual Estado de Tabasco, se convirtió en el nuevo centro dominante, tomando el relevo de San Lorenzo.
Hacia el año 500 a.C., las manifestaciones olmecas se extinguen de Mesoamérica y son reemplazadas por varias culturas regionales cambiando los estilos arquitectónicos. En esa época se forma en en valle de Oaxaca la gran ciudad de Monte Albán. Era una ciudad que rebasaba los quince mil habitantes y la mayoría de sus esculturas evocaban la exaltación pública de la victoria militar. Todo esto indica que el crecimiento urbano y su hegemonía sobre la región se construyeron a base de una intensa actividad bélica.
Al sur de Mesoamérica, la etapa final del preclásico marcó cambios regionales en la región. Chiapas y la costa del Pacífico guatemalteca esta ocupada por grupos mixe-zoques, mientras que las Tierras Bajas y las Tierras Altas mayas eran habitadas por mayas. La interacción entre los mixe-zoques de la costa del Pacífico y los mayas de las Tierras Altas tuvo como resultado un extraordinario desarrollo artístico y cultural como Izapa, de filiación mixe-zoque, y Kiminaljuyú, de orígen maya, donde se desarrolló uno de los mejores estilos escultóricos de Mesoamérica. Mientras tanto, en las Tierras Bajas, comenzaron a establecerse importantes centro de poder como El Mirador, en Guatemala. Paralelamente a esta ciudad, se desarrollaría la ciudad de Tikal, que cobraría gran importancia durante los primeros años del periodo conocido como "clásico".
En el Valle de México, los diversos núcleos del preclásico fueron atraídos por los sitios de Cuicuilco, que en el año 700 a.C., se empezaba a construir su famosa pirámide circular, y Teotihuacan, donde iniciaba la construcción de las pirámides del Sol y de la Luna. La erupción del volcán Xitle, ocurrida en el año 50 a.C., destrozó Cuicuilco y abrió de esta manera para el desarrollo de Teotihuacan, que a la postre sería una de las ciudades más importantes y poderosas de Mesoamérica.
FUENTES
Nueva Historia Mínima de México, 1° edición, El Colegio de México/Secretaría de Educación del Gobierno del Distrito Federal, México, 2008
Pipitone, Ugo. "Oaxaca Prehispánica" en Documentos de trabajo del CIDE; Vol. 40. 2006 p. 1-43
Quiñones Cetina, Lucía. "Del preclásico medio al clásico temprano, una propuesta de fechamiento para el área nuclear de Izamal, Yucatán" en Estudios de cultura maya; Vol. XXVIII. 2006 p. 51-65
Arlen F. Chase, Diane Z. Chase. "El norte y el sur política, dominios y evolución cultural maya." en Mayab; n. 8. 1992 p. 133-149
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