sábado, 29 de febrero de 2020

Figuras mitológicas recurrentes en los juegos JRPG


Las historias de los videojuegos japoneses de RPG se basan en elementos mitológicos de varias culturas como la japonesa, la china, india, nórdica, celta e incluso, en algunas ocasiones, de culturas de Mesoamérica. Sin embargo, existen elementos recurrentes que se encuentran en muchos de estos juegos. Ifrit, Undine, Sylph y Gnome son personajes que están presentes en dichos trabajos, en donde la mayoría de estos  surgen de la influencia del legendario alquimista, médico y astrólogo suizo Teofrasto Paracelso.

Ifrit es considerado, según la mitología popular árabe, como un tipo de genio dotado de gran poder y capaz de realizar tanto acciones benignas como malignas. Se consideran superiores a los humanos, llegando a sentir un especial resentimiento, ya que según la tradición, fueron obligados a postrarse ante Adán, un humano.  Son difícil de tratarlos, incluso si se tiene control sobre ellos. Sin embargo también pueden sentir atracción por los seres humanos, especialmente los ifrits masculinos. Pueden tener muchas apariencias, pero suelen tomar la de un hombre bello o una mujer hermosa. Pueden ser invisibles o cambiar a voluntad de forma, pueden atravesar sólidas paredes sin dejar de tocar lo material y a los vivos, desplazarse a grandes velocidades y transfigurarse en seres humanos. Algunos Ifrit han ayudado a las personas y se han comportado de manera justa.

Las ondinas (Undine) tienen su origen en las ninfas acuáticas Náyades de la mitología griega, de espectacular belleza que habitaban en los lagos, ríos, estanques o fuentes, mitad mujer y mitad pez. Son nombrados por primera vez en los escritos alquímicos de Paracelso.  Por lo general, las ondinas son mujeres y aunque su apariencia física es humana, carecen de alma, por lo que para alcanzar la inmortalidad deben casarse con un humano. Habitan en los ecosistemas de agua dulce, en ríos, fuentes, estanques, manantiales, pozos, arroyos y lagos. La figura de la ondina ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, apareciendo en leyendas e historias de diversas partes de Europa, ya sea como princesas, hadas, ninfas o seres protectoras del agua. 

Según los escritos alquímicos de Paracelso, los silfos son espíritus elementales del aire, siendo su contraparte femenina la sílfide (Sylph). Tanto silfos como sílfides son descritos como seres más grandes y fuertes que un humano, sin embargo, a diferencia de otros seres, son más cercanos a los humanos en su concepción. Otros escritos las detallan como poco feroces en apariencia pero dóciles en realidad. También como grandes amantes de la ciencia, siendo enemigos de los necios e ignorantes.  Las características que más resalta, es que son mujeres delgadas, graciosas y de gran belleza. A pesar de que no existen mitos explícitos sobre las sílfides, aparecen como protagonistas en diversas historias y leyendas de la literatura fantástica europea.

Para Paracelso, los gnomos (Gnome) son seres elementales de la tierra. Son descritos como enanos fantásticos, en donde moran en las entrañas de la tierra, trabajando en minas, custodiando tesoros subterráneos, y cuidando de los metales y piedras preciosas. Los gnomos forman un pueblo sobrenatural de seres muy pequeños e invisibles, dotados de singular astucia. Son capaces de moverse a través de tierra sólida con tanta facilidad como los seres humanos se mueven a través del aire. Además de un extraordinario oído musical los gnomos fabrican sus propios instrumentos musicales inimaginables. Los gnomos no pueden ver la luz del sol porque les es dañina, además de tener debilidad por los metales preciosos.