El tema de la muerte
siempre ha sido un tema inquietante para muchas culturas en el mundo.
Sin embargo, la existencia de una vida después de la muerte es lo
que más ha perturbado a las sociedades, ya que muchas veces esta
idea rige las formas de vida de las personas.
El Mictlan, es el
inframundo de las culturas nahuas en Mesoamérica, donde acudían los
muertos "comunes", ya que los que morían en batalla y las
madres que morían en el parto, los que morían a causa del agua, y
los no natos, iban al Ilhuicatl Tonatiuh, al Tlalolcan, y al
Chichihuacauhco respectivamente. Para llegar al descanso eterno, el
alma del difunto tenía que hacer un duro viaje por la tierra del
Mictlan pero con la ayuda de un xoloitzcuintle (perro) guardián.
Después de sortear una serie de obstáculos, el alma llegaba al
último nivel del inframundo, donde encontraría se anhelado
descanso. El Mictlan era regido por Mictlantecuhtli, y su contra
parte femenina, Mictlancihuatl, quienes ejercían su soberanía sobre
el inframundo y las almas de los muertos. A diferencia de otras
culturas, el Mictlán no tiene ninguna connotación moral donde hay
una distinción entre el bien y el mal, es simlemente el lugar donde
descansan los muertos.
Para el sintoismo, el
Yomo No Kumi, es el inframundo donde acudían las almas de los
muertos. En este reino el muerto va, aparentemente, a morar y
pudrirse indefinidamente. Una vez que alguien haya comido algo del
Yomi, es incapaz de poder salir de ahí. El Yomi no puede
considerarse un paraíso al cual aspirar ni un infierno en el cual
sufrir; simplemente es el hogar de los difuntos, teniendo una vida
gris y oscura, independiente de su conducta en su vida anterior. Con
la introducción del budismo en Japón, el Yomi se convirtió en uno
de sus infiernos. Este inframundo es gobernado por Izanami y su
entrada se ubica en la provincia de Izumo, quien fue sellada con un
gran bloque de piedra por Izanagi, cuando escapaba del Yomi y de su
esposa Izanami. Cuando logró escapar Izanagi notó el el Yumi era
una región contaminada, opinión que se refleja en la asociación
sintoísta entre muerte y contaminación.
Para los antiguos
griegos, el reino de Hades, era una región neblinosa y sombría, a
la que iban todos los mortales.En un principio se entraba al Hades
sin ninguna distinción, posteriormente, se introdujo la idea de que
las almas eran juzgadas. En el Hades existían varias secciones, en
las que se encuentran los Campos Elíseos, los Campos Asfódelos y el
Tártaro. En los Campos Elíseos moraban las almas de los héroes y
hombre virtuosos que fueron bendecido tras ser juzgados en el Hades,
en este lugar se llevaba una vida dichosa y feliz, en medio de
paisajes verdes y floridos. En los Campos Asfódelos eran enviadas
las almas de aquellas personas que tuvieron una vida equilibrada con
el bien y el mal, donde moraban en una tierra llena de flores
asfódelas, donde tenían una vida monótona y rutinaria. En el
Tártaro era un lugar de tormento y sufrimiento donde eran enviadas
las lamas de personas que hubieran cometido crímenes graves. Hades
era el dios de este inframundo, en el que a menudo se le retrataba
más como pasivo que como malvado. Su papel era mantener un relativo
equilibrio.
En la mitología egipcia,
la Duat, era el inframundo donde se realizaba el Juicio de Osiris y
donde el espíritu del difunto debía deambular, sorteando seres
malignos y otros obstáculos y pasar por una serie de puertas
en diferentes etapas del viaje. Al morir, es espíritu era
guiado por el dios Anubis ante el tribunal de Osiris. Anubis le
extraía el corazón y lo depositaba en una balanza, era contrapesado
con con la pluma de Maat, símbolo de la verdad y justicia. Mientras
que al difunto el jurado le realizaba una serie de preguntas acerca
de su vida pasa, el corazón aumentaba o disminuía según las
respuestas. Los resultados del juicio le eran entregados a Osiris. Si
la sentencia de Osiris era afirmativa, podía vivir eternamente en el
Aaru, el lugar paradisíaco de los egipcios. Por otra parte, si la
sentencia era negativa, su corazón era arrojado a Ammit lo que
suponía el final definitivo del difunto, dejando de existir.
Para el budismo, el reino
de los Narakas, es un lugar de sufrimiento que corresponde al
inframundo. Es el nombre dado a uno de los seis reinos de mayor
sufrimiento de la cosmología budista. Una de las características
que distingue un Naraka de otros inframundos es que no son enviados a
este región como resultado de un juicio divino que corresponde a un
castigo. Además la estancia en el Naraka no es eterna, aunque suele
ser muy larga. Según el budismo, un ser nacer en un Naraka como
resultado de su karma previo y reside en el por un periodo
determinado, hasta que su karma haya alcanzado su resultado final.
Después de que su Karma negativo termine y se agote, podrá renacer
en alguno de los mundos superiores como resultado de un karma
anterior que no había madurado todavía. Emma-O además de ser la
deidad que juzga el karma de los difuntos, es protector del Dharma de
Buda.
En el hinduísmo, las
regiones subterráneas e infernales y en particular la más profunda
de estas regiones, recibe el nombre de Patalas. En los Patalas hay un
registro donde están anotaddas las aciones de los hombres, la cual
se tendrá en cuenta para que las almas vayan a uno u otros de los
Patalas, según sus culpas. En este lugar, los condenados reciben
terribles castigos como pasar por el ojo una aguja, andar sobre el
filo de un sable, soportar grandes pesos, entre otros castigos.
Pasando el tiempo de purgación, el alma pasa habitar el cuerpo de un
animal, pasando por varios otros, has llegar por fin a la de un
hombre. Después de varias reencarnaciones el alma se une en el gran
ser que es el alma universal del mundo. Yama, dios de la muerte,
también es el guardián del inframundo. Es el castigador de los
muertos y es quien mide la balanza del karma.
Helheim es conocido como
el reino de la muerte en la mitología nórdica, que se encontraba en
la parte más profunda y oscura de Niflheim (reino de la oscuridad).
Los que entraban aquí, eran los que morían por vejez o enfermedad y
una vez que se entraba, ni los dioses podían salir de ahí, a causa
del intransitable río Gjöll, que lo rodeaba. Existe una sala
dentro del Helheim llamada Naströnd, donde eran enviados los
asesinos, criminales y mentirosos. Las paredes estaban cubiertas de
serpientes quienes escupían veneno sin parar. Este reino era
gobernado por Hela y custodiado por un perro conocido como Garm. La
mitad superior del cuerpo de Hela era realmente hermoso, pero la
mitad inferior era igual a un cadáver en putrefacción.
Los Incas definieron a
Uku Pacha como el mundo de abajo, el mundo de los muertos, el de los
no nacidos y todo aquello que se encontraba bajo la superficie
terrestre o acuática. Las cuevas y toda abertura de la corteza
terrestre, eran consideradas las vías de comunicación entre el Uku
Pacha y el Kay Pacha (mundo terrenal). Este inframundo era
representado con una serpiente gigante.
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