sábado, 14 de julio de 2012

El inframundo en las diversas cosmovisiones del mundo

El tema de la muerte siempre ha sido un tema inquietante para muchas culturas en el mundo. Sin embargo, la existencia de una vida después de la muerte es lo que más ha perturbado a las sociedades, ya que muchas veces esta idea rige las formas de vida de las personas.

El Mictlan, es el inframundo de las culturas nahuas en Mesoamérica, donde acudían los muertos "comunes", ya que los que morían en batalla y las madres que morían en el parto, los que morían a causa del agua, y los no natos, iban al Ilhuicatl Tonatiuh, al Tlalolcan, y al Chichihuacauhco respectivamente. Para llegar al descanso eterno, el alma del difunto tenía que hacer un duro viaje por la tierra del Mictlan pero con la ayuda de un xoloitzcuintle (perro) guardián. Después de sortear una serie de obstáculos, el alma llegaba al último nivel del inframundo, donde encontraría se anhelado descanso. El Mictlan era regido por Mictlantecuhtli, y su contra parte femenina, Mictlancihuatl, quienes ejercían su soberanía sobre el inframundo y las almas de los muertos. A diferencia de otras culturas, el Mictlán no tiene ninguna connotación moral donde hay una distinción entre el bien y el mal, es simlemente el lugar donde descansan los muertos.

Para el sintoismo, el Yomo No Kumi, es el inframundo donde acudían las almas de los muertos. En este reino el muerto va, aparentemente, a morar y pudrirse indefinidamente. Una vez que alguien haya comido algo del Yomi, es incapaz de poder salir de ahí. El Yomi no puede considerarse un paraíso al cual aspirar ni un infierno en el cual sufrir; simplemente es el hogar de los difuntos, teniendo una vida gris y oscura, independiente de su conducta en su vida anterior. Con la introducción del budismo en Japón, el Yomi se convirtió en uno de sus infiernos. Este inframundo es gobernado por Izanami y su entrada se ubica en la provincia de Izumo, quien fue sellada con un gran bloque de piedra por Izanagi, cuando escapaba del Yomi y de su esposa Izanami. Cuando logró escapar Izanagi notó el el Yumi era una región contaminada, opinión que se refleja en la asociación sintoísta entre muerte y contaminación.

Para los antiguos griegos, el reino de Hades, era una región neblinosa y sombría, a la que iban todos los mortales.En un principio se entraba al Hades sin ninguna distinción, posteriormente, se introdujo la idea de que las almas eran juzgadas. En el Hades existían varias secciones, en las que se encuentran los Campos Elíseos, los Campos Asfódelos y el Tártaro. En los Campos Elíseos moraban las almas de los héroes y hombre virtuosos que fueron bendecido tras ser juzgados en el Hades, en este lugar se llevaba una vida dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y floridos. En los Campos Asfódelos eran enviadas las almas de aquellas personas que tuvieron una vida equilibrada con el bien y el mal, donde moraban en una tierra llena de flores asfódelas, donde tenían una vida monótona y rutinaria. En el Tártaro era un lugar de tormento y sufrimiento donde eran enviadas las lamas de personas que hubieran cometido crímenes graves. Hades era el dios de este inframundo, en el que a menudo se le retrataba más como pasivo que como malvado. Su papel era mantener un relativo equilibrio.

En la mitología egipcia, la Duat, era el inframundo donde se realizaba el Juicio de Osiris y donde el espíritu del difunto debía deambular, sorteando seres malignos y otros obstáculos y pasar por una serie de puertas en diferentes etapas del viaje. Al morir, es espíritu era guiado por el dios Anubis ante el tribunal de Osiris. Anubis le extraía el corazón y lo depositaba en una balanza, era contrapesado con con la pluma de Maat, símbolo de la verdad y justicia. Mientras que al difunto el jurado le realizaba una serie de preguntas acerca de su vida pasa, el corazón aumentaba o disminuía según las respuestas. Los resultados del juicio le eran entregados a Osiris. Si la sentencia de Osiris era afirmativa, podía vivir eternamente en el Aaru, el lugar paradisíaco de los egipcios. Por otra parte, si la sentencia era negativa, su corazón era arrojado a Ammit lo que suponía el final definitivo del difunto, dejando de existir.

Para el budismo, el reino de los Narakas, es un lugar de sufrimiento que corresponde al inframundo. Es el nombre dado a uno de los seis reinos de mayor sufrimiento de la cosmología budista. Una de las características que distingue un Naraka de otros inframundos es que no son enviados a este región como resultado de un juicio divino que corresponde a un castigo. Además la estancia en el Naraka no es eterna, aunque suele ser muy larga. Según el budismo, un ser nacer en un Naraka como resultado de su karma previo y reside en el por un periodo determinado, hasta que su karma haya alcanzado su resultado final. Después de que su Karma negativo termine y se agote, podrá renacer en alguno de los mundos superiores como resultado de un karma anterior que no había madurado todavía. Emma-O además de ser la deidad que juzga el karma de los difuntos, es protector del Dharma de Buda.

En el hinduísmo, las regiones subterráneas e infernales y en particular la más profunda de estas regiones, recibe el nombre de Patalas. En los Patalas hay un registro donde están anotaddas las aciones de los hombres, la cual se tendrá en cuenta para que las almas vayan a uno u otros de los Patalas, según sus culpas. En este lugar, los condenados reciben terribles castigos como pasar por el ojo una aguja, andar sobre el filo de un sable, soportar grandes pesos, entre otros castigos. Pasando el tiempo de purgación, el alma pasa habitar el cuerpo de un animal, pasando por varios otros, has llegar por fin a la de un hombre. Después de varias reencarnaciones el alma se une en el gran ser que es el alma universal del mundo. Yama, dios de la muerte, también es el guardián del inframundo. Es el castigador de los muertos y es quien mide la balanza del karma.

Helheim es conocido como el reino de la muerte en la mitología nórdica, que se encontraba en la parte más profunda y oscura de Niflheim (reino de la oscuridad). Los que entraban aquí, eran los que morían por vejez o enfermedad y una vez que se entraba, ni los dioses podían salir de ahí, a causa del intransitable río Gjöll, que lo rodeaba. Existe una sala dentro del Helheim llamada Naströnd, donde eran enviados los asesinos, criminales y mentirosos. Las paredes estaban cubiertas de serpientes quienes escupían veneno sin parar. Este reino era gobernado por Hela y custodiado por un perro conocido como Garm. La mitad superior del cuerpo de Hela era realmente hermoso, pero la mitad inferior era igual a un cadáver en putrefacción.

Los Incas definieron a Uku Pacha como el mundo de abajo, el mundo de los muertos, el de los no nacidos y todo aquello que se encontraba bajo la superficie terrestre o acuática. Las cuevas y toda abertura de la corteza terrestre, eran consideradas las vías de comunicación entre el Uku Pacha y el Kay Pacha (mundo terrenal). Este inframundo era representado con una serpiente gigante.