sábado, 30 de septiembre de 2017

Vida y obra de Gaspar Yanga


 
Gaspar Yanga también conocido como Yanga o Nyanga fue un líder de la rebelión de los cimarrones, esclavos rebeldes que vivían una vida de libertad en lugares apartados en México, durante la época colonial.

Yanga, quien posiblemente era un noble de la región de Brang, de la actual Ghana, fue capturado y hecho esclavo durante el auge del comercio de esclavos africanos, quienes eran enviados a las colonias europeas en América para trabajar en distintas labores. 

Llega a Veracruz a mediados de la segunda mitad del siglo XVI, donde posteriormente sería trasladado a una de las fincas azucareras de la región. Era descrito un hombre alto, musculoso, fuerte e inteligente, quien dominaba bien el español, además de tener un carácter noble pero indómito.

Su cautiverio no dudaría mucho ya que a mediados de 1570, Yanga escapó de su amo refugiándose junto a otros cimarrones en las cercanías de la ciudad de Córdoba. De esta forma Yanga se convirtió en el líder de la rebelión de esclavos rebeldes que buscaban su libertad.

Vivió por más de 30 años como fugitivo, tiempo en que él y su gente no sólo saquearon las haciendas y fincas cercanas para poder sobrevivir, también asaltaron ruta México-Veracruz, que durante la colonia,  conectaba al principal puerto del Golfo con la capital de la Nueva España. Al ser este camino de suma importancia para el desarrollo económico de la colonia, la autoridades novohispanas tomaron cartas en el asunto.

Se organizaron milicias para someter a los cimarrones, sin embargo, los fugitivos lograron defenderse en más de una ocasión, ya que los lugares donde se refugiaban eran de difícil acceso, lo que les permitía protegerse sin muchos problemas.

Para poner fin al conflicto, en 1609, las autoridades virreinales enviaron tropas para pacificar la zona. Para ese entonces Yanga era un anciano, por lo que el encargado militar fue Francisco de la Matosa otro cimarrón de origen angoleño.  Tras una serie de encuentras con pérdidas en ambos bandos, Yanga envió términos de paz por medio de un español capturado. Esencialmente, se pedía un tratado para dar fin a las hostilidades entre los españoles y se solicitó un área independiente, a cambio de tributo y promesas de apoyar a los españoles si los mismos fueran atacados. Además, él sugirió que esta área propuesta devolvería a cualquier esclavo que pudiera huir e intentase refugiarse allí. Esta última concesión era necesaria para calmar las preocupaciones de muchos dueños de esclavos en la región.

Los españoles rechazaron estos términos, y siguieron avanzando hacia en el asentamiento de Yanga y lo incendiaron. Sin embargo, la gente pudo huir hacia los alrededores que por ser terreno difícil, impidió a los españoles alcanzar una victoria total. Incapaz de obtener una victoria definitiva, lo que significaría un gasto excesivo para sofocar la rebelión, los españoles acordaron entrar en negociaciones. Eventualmente los términos de Yanga fueron convenidos, con la cláusula adicional que solamente los sacerdotes franciscanos atenderían a la gente, y concedieron a la familia de Yanga el derecho a gobernar en esa nueva área.

De esta forma, los antiguos cimarrones se establecieron primeramente en un lomerío llamado Las Palmillas, al ir creciendo la comunidad pidieron un terreno más grande, que seria concedido años más tarde, en 1630, donde establecieron el primer pueblo libre del continente americano, llamado "El pueblo Libre de San Lorenzo de los Negros", en las cercanías de Córdoba, Veracruz, tiempo después se le cambiaría el nombre de Yanga en honor a su libertador.