viernes, 28 de noviembre de 2014

Las órdenes militares religiosas en la Edad Media


Las órdenes militares religiosas fueron instituciones donde se mezclaban las cuestiones religiosas con lo militar, creadas en el contexto de las Cruzadas, inicialmente para la defensa de los Santos Lugares y posteriormente utilizadas para la propagación o la defensa de la fe cristiana. Los caballeros de estas órdenes militares estaban sometidos a los votos canónicos de las órdenes religiosas, por lo que eran monjes y soldados al mismo tiempo.

La primera orden militar, la del Temple, fue resultado de la conversión de unos caballeros en religiosos. Sin embargo, la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, así como las siguientes órdenes que nacieron posteriormente, eran antiguas instituciones religiosas que acabaron militarizándose, conforme se desarrollaba las Cruzadas.

La Orden del Temple
Tras la conquista de Jerusalén por parte de los cruzados, Hugo de Payns junto con su compañero Godofredo de Saint-Adhemar  y unos cuantos caballeros de origen franco, fundan entre 1119 y 1120 una orden monástica consagrada en custodiar a los peregrinos, conocida como  la Orden de los Pobres Soldados de Cristo y del Templo de Salomón, o simplemente como la Orden del Temple. Este grupo había jurado frente al patriarca de Jerusalén, los votos de castidad, pobreza y obediencia. El rey Balduino II, les había concebido cuarteles en las mezquitas que estaban situadas en el solar del antiguo Templo de Salomón. Por este motivo la orden sería conocido la orden del Temple, y sus miembros templarios.

A pesar de que siempre estuvo en oposición a la institución caballeresca convencional, Bernardo de Claraval observó en las órdenes militares un medio de santificar la guerra al servicio de la religión. En su escrito De Laudibus novae militiae ad milites Templi (Elogio a la nueva milicia Templaria) San Bernardo justifica a la orden del Temple: "Ellos pueden librar los combates del señor y pueden estar seguros de que son los soldados de Cristo...Si da muerte al enemigo no es homicida. Reconozcamos en él al vengador que está al servicio de Cristo y al liberador de los cristianos."

Gracias a la misión de Hugo de Payns en occidente, la nueva orden obtuvo grandes simpatías entre los príncipes de la cristiandad. Pronto llegaron donativos y limosnas a sus arcas y generosos mecenas ayudaron a sufragar los gastos de la orden en Tierra Santa. El Temple estaba compuesta por una minoría de caballeros profesos, complementada por capellanes, sargentos de armas artesanos y visitadores. A la cabeza se encontraba el gran maestre, elegido por un concilio general en la casa matriz en Tierra Santa. Únicamente se sometían al papa.

Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén
Los orígenes de esta orden están asociados a la existencia de un complejo monástico benedictino, erigido en 1084 a lado de la iglesia del Santo Sepulcro, y constituido por dos conventos y un hospital de peregrinos dedicado a San Juan El Limosnero. A raíz de la toma de Jerusalén por parte de los cruzados, el hospital adquiere mayor protagonismo sobre el resto del complejo, por lo que cambian su advocación hacia el profeta San Juan Bautista. En 1113, el papa Pascual II  se dirige al responsable de la orden hospitalaria, Gerardo Tum, normalizando canónicamente su misión a favor de los pobres, peregrinos y enfermos. Lo Orden obtuvo un carácter militar desde que tomó las riendas Raymond du Puy, el segundo Gran Maestre. En 1140 se creó una especie de élite entre sus militantes, una clase especial de protectores, que guardarían la doctrina, las normas y los principios de la Orden.

En 1142,  la Orden del Hospital se trasladó al castillo del Crac de los Caballeros, en Siria. Tras la conquista de Jerusalén por parte de Saladino en 1187,  su sede pasó a San Juan de Acre, donde se construyó un hospital. Cuando fue expulsada a su vez de allí en 1291, la Orden se instaló en Chipre.

Tras los desastrosos resultados de la batalla de los Cuernos de Hattin, que supuso la pérdida de Jeruralén y la drástica reducción del reino cruzado, no sólo fue el espaldarazo de la militarización de la orden hospitalaria de San Juan, sino que también sirvió como incentivo para la conversión de otras instituciones religiosas en órdenes militares.

Orden de San Lázaro
Los miembros de la Orden de San Lázaro se ocupaban de cuidar a los leprosos. Su leprosería originaría existía ya en 1142, sin embargo no hay evidencia seria de su transformación en orden militar hasta un siglo después. La Orden de San Lázaro estuvo presente en algunas batallas entre los años de 1244 y 1291. A pesar de estos datos, es muy poco de lo que se conoce de esta orden , aunque debió de permanecer en Tierra Santa hasta la caída de San juan de Acre en 1291, donde se hallaba emplazada su mayor instalación hospitalaria. 

Orden de Santa María de los Teutones
El origen de la orden de Santa María de los Teutones se remontan en plena tercera Cruzada (1190). En un principio fue un hospital alemán erigido en las cercanías de la ciudad de San Juan de Acre y para 1198 se había convertido en una orden militar. Tras la caída de Acre, los Caballeros Teutónicos abandonaron Tierra Santa y se centraron en la lucha en contra los paganos prusianos y lituanos del Báltico. En 1309 mudaron sus cuarteles de Venecia a Marienburgo (hoy Malbork, Polonia) y tomaron el control de la costa báltica hasta el Golfo de Finlandia. En 1410 los ejércitos de Jagiello, gran duque de Lituania, derrotaron a los Caballeros Teutónicos en la batalla de Tannenberg. Con la casi aniquilación de la Orden y con la muerte de su Gran Maestre, ésta entró en decadencia. En 1525, el último gran maestre, Alberto de Brandeburgo-Ansbach, convertido al protestantismo, disolvió la orden y transformó su territorio en un ducado secular. En 1834, el emperador austriaco restableció la Orden como una sociedad eclesiástica honoraria.

Orden de Santo Tomás de Acre
Fue una comunidad de canónigos regulares contemporánea a la orden Teutónica pre-militar. Su fundación fue en el contexto de la tercera cruzada cuando se erigía en Acre una capilla en memoria del santo inglés Tomás Becket. Se constata la dedicación de sus miembros a actividades caritativas y hospitalarias desde 1190. Desde finales de la década de 1220, la orden sufrió una radical transformación convirtiéndose en una orden militar. Su papel dentro en Tierra Santa no fue muy destacable, la cual, apenas sobrevivió a la evacuación de Acre en 1291.



De la Croix, Arnaud Los Templarios en el corazón de las cruzadas, 1era edición, Ariel, Barcelona, 2005, 

Read, Piers Paul, Los Templarios: monjes guerreros, 1era edición, Ediciones B, Buenos Aires, 2006, 

Ayala Martínez, Carlos de, Las órdenes militares en la Edad Media, 1era edición, Acros/libros S.L., Madrid, 1998