A finales del Siglo XVIII
y principios del Siglo XIX, empezaron a propagarse movimientos
independentistas en varias partes del mundo. La independencia de los
Estados Unidos y la Revolución Francesa estimularon las ideas de
libertad que se propagaron en las colonias americanas.
Con la invasión del ejército francés de Napoleón a España, en la Nueva España surgieron varias propuestas para formar un nuevo gobierno. Por un lado estaban la posición de algunos criollos que tenían puestos en el cabildo de la Ciudad de México donde manifestaban la autonomía de los habitantes del país para escoger a sus autoridades. Otros pensaron que, aunque el rey español ya no reinaba en la península ibérica, este seguía siendo la autoridad suprema del virreinato.
Con la invasión del ejército francés de Napoleón a España, en la Nueva España surgieron varias propuestas para formar un nuevo gobierno. Por un lado estaban la posición de algunos criollos que tenían puestos en el cabildo de la Ciudad de México donde manifestaban la autonomía de los habitantes del país para escoger a sus autoridades. Otros pensaron que, aunque el rey español ya no reinaba en la península ibérica, este seguía siendo la autoridad suprema del virreinato.
A partir de este momento se empezó a fraguar un movimiento a favor de la Independencia. Esta conspiración tuvieron como líderes a los capitanes del ejército Ignacio Allende y Juan Allende, quienes a su vez mantenían contacto estrecho con Miguel Hidalgo y Costilla, cura de la parroquia de Dolores. Además contaron con el apoyo del corregidor de Querétaro Miguel Domínguez y de su esposa Josefa Ortíz.
Al ser descubierta la conspiración, Miguel Hidalgo e Ignacio Allende tuvieron que adelantar los planes antes de lo previsto. En la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el cura Hidalgo llamó a la población desde el campanario de la parroquia de Dolores y ahí dio el grito de libertad que originó al movimiento independentista. Lo siguieron algunos criollos, seguidos de una gran multitud de indígenas, mestizos y mulatos, quienes iban armados como podían. Al principio tuvieron grandes triunfosm ocupando las ciudades de San Miguel, Celaya y Guanajuato.
En los primeros meses, Hidalgo consiguió victorias importantes y nuevos hombres se sumaron a la causa insurgente. Con el apoyo de Ignacio López Rayón, en Valladolid (hoy Morelia) dio los primeros pasos para la organización de un gobierno insurgente. En Guadalajara, ordenó abolir la esclavitud, el tributo y las cargas que pesaban sobre indígenas y demás castas.
A pesar de contar con un ejército numeroso, éste carecia de armas y organización. Así que el 16 de enero de 1811, las fuerzas de Hidalgo sufrieron una grave derrota en Puente de Calderón, cerca de Guadalajara. A partir de entonces el ejército realista fue ganando terreno, replegando a Hidalgo y a Allende hacia el norte, donde fueron hechos prisioneros en Chihuahua. Hidalgo fue excomulgado y fusilado el 30 de julio de 1811.
Otros personajes, como López Rayon, trataron de reanimar al moviento, fracasando en el intenso, pero fue entonces que en el sur de México aparece la figura de un cura mestizo con el nombre de José María Morelos y Pavón.
Morelos organizó un ejército popular y disciplinado, con el cual atacó Acapulco y tomó Chipalcingo. Con él se unieron Nicolás y Miguel Bravo, Vicente Guerrero y Mariano Matamoros. Morelis emprendió nueve campañas, libró a cuautla del sitio del ejército realista y tomo Oaxaca y Acapulco.
En 1813, Morelos reunió a los representantes del movimiento insurgentes en el Congreso de Chipalcingo. Allí presentó un proyecto político centrado en la soberanía del pueblo llamado Los Sentimientos de la Nación. Declaró a México independiente de España y a todos los mexicanos iguales ante la ley. Morelos fue hecho prisionero cuando escoltaba al Congreso camino a Tehuacán. Fue fusilado en San Cristobal Eatepec, en el hoy Estado de México, el 22 de diciembre de 1815.
Surgieron nuevos caudillos en diversos regiones del país. Derrotados en un lugar,reaparecerían en otro. El movimiento insurgente se habría convertido en una guerra de guerrillas. Bravo, Rayón y Verduzco fueron hechos prisioneros. Vicente Guerrero se refugió en las montañas del sur y prosiguió la lucha.
En abril de 1817, el
liberal español Francisco Javier Mina llegó a la Nueva España para
luchar a lado de los insurgentes. Lo acompañaba el sacerdote
mexicano fray Servando Teresa de Mier. Seis meses después de su
llegada, Mina fue hecho prisionero en el rancho del Venadito. A los
pocos días, Mina fue fusilado.
Agustín de Iturbide,
militar que había combatido a los insurgentes, proclamó el 24 de
febrero de 1821 el Plan de Iguala, proponiendo que la Nueva España
se independizara de España. El Plan de Iguala establecía tres
garantías: la independencia de México, la conservación de la
religión católica y la unión de todos los habitantes de la Nueva
España, tanto mexicanos, como españoles.
La mayor parte del
ejército realista y los insurgentes que seguían a Vicente Guerrero
se unieron al Plan de Iguala, que se proclamó en poco tiempo por
todo el país. La unión entre los antiguos insurgentes y las tropas
realistas aseguró el triunfo del plan. El 27 de septiembre de 1821
Iturbide entró a la Ciudad de México al frente del ejército de las
Tres Garantías, consumando la Independencia